martes, 27 de abril de 2010

otro mundo se hace imposible

Todo eso que te hice creer de que no me importa, es mentira.
Me lo contó mi espejo un miércoles a la noche, porque el orden rige la vida, aunque a veces pienso que el orden y el caos están tan cercanos de fundirse en una misma cosa que les resulta muy sencillo hacerlo.
Ahora, estoy en carrera contra el tiempo, basta un tic-toc para que ella llame a la puerta de mi conciencia. Nose bien porqué el humano tiende a repetir las cosas, caminar en cículos, pero ciertamente lo hace.
Si fuera un animal, tocaría el fuego una vez, pero no dos. Me faltan patas para aprender, o quizas simplemente memoria para no olvidarme.
Pienso que me gustaría suprimir mi sombra, borrarla y entonces me acuerdo que si está ahi es para que no me caiga (y si lo hago, que pueda levantarme)
No me gusta el frío mental, porque me voy volando, pero tampoco la humedad en el cráneo, me pesa y me hace mirar abajo. Mi problema es el caprichoso escepticismo que me persigue, todavía no consigo creer en la estabilidad ni en la simpleza de la organización.

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